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sábado, 21 de mayo de 2011

El muroi d l dess YA

"La imaginación al poder" es uno de los muchos y hermosos eslóganes de mayo del 68 que pasaron a la historia.  En este mayo hispano de 2011 hay también muchos y primorosos:


  • Sin el pueblo no sois nada
  • La peor lucha es la que no se hace
  • Cría ricos y pagarás sus crisis
  • Rescatad a las personas, no a los bancos
  • Políticos y banqueros,,, mentirosos y usureros
  • Menos democracia representativa y más democracia participativa 
  • Más valores universales y menos valor añadido
  • La revolución, se hace desde el corazón
  • No somos mercancía en manos de políticos y banqueros



Son muchos, unos originales, otros copiados, algunos rescatados de la memoria de hace 40 años, todos con un afán ilusionado de transformar el mundo.  Si el movimiento 15-M Democracia Real ya, germina en la conciencia de nuestros políticos, podrá brindarse por el éxito de los "Juan Nadie" de este país.


Naturalmente como todo gesto de libertad, tiene un alcance que sobrepasa los límites de la realidad que lo provocó.  La indignación, la desesperación o el miedo, producen una reacción extrema por que rozan la fibra más sensible que guarda el corazón.


Por eso muchas de las reivindicaciones  rozan la utopía, parecen formar parte de una carta a los Reyes Magos, más que una reclamación política, pero en el fondo, de una u otra manera, lo que se está pidiendo es que quien puede utilice la imaginación, y no la calculadora.


Dijo un filósofo francés, que en realidad, hay dos especies de utopías: las utopías proletarias socialistas que gozan de la propiedad de no realizarse nunca, y las utopías capitalistas que, desgraciadamente, tienden a realizarse con mucha frecuencia, esto no debe desmotivar sino al contrario, debe encender la llama de nuestro afámn de lucha.


Es cierto que la frustración, los anhelos y las necesidades de las personas, metidas en un frasco forman un cóctel extraño, difícil de entender.  Sus ingredientes son carencias reales, dolores de la vida, reglas que sostienen la realidad, pero mezcladas forman una argamasa de utopías que cuesta manejar a la hora de cimentar un mundo nuevo.
Dicho más claramente, las ideas de una revolución, son ilusiones difícilmente convertibles en realidad, las revoluciones se fabrican con mimbres delicados, son complejas de apuntalar y de integrar junto a las estructuras económicas y políticas de este mundo forjado de intereses. 


Sin embargo, decía Anatole France, un escritor comprometido con su tiempo  que  "La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor", por eso, no es alocado reclamar lo imposible, es justo dar rienda suelta a todo lo que soñamos desde dentro del corazón.  Rezaba una pintada de aquel mayo frances, "Sean realistas, pidan lo imposible", tal vez no ocurra nada después, pero, es bonito soñar por unos días.


La revuelta del 15-M tiene mucho de utópica, pero se echaba en falta una rabieta de la sociedad, una patada sobre el suelo, una respuesta hacia este mundo comprometido en estructuras económicas que anteponen los resultados a las personas, donde la banca impone sus criterios y la clase política especula con discursos hipócritas sobre lo que es bueno para todos, eso si, sin dañar a la banca o a sus propios intereses.


Gastos absurdos, inversiones inadecuadas, reformas sociales que son más bien injusticias del sistema, corrupción sistemática, y un derecho a la vivienda que resulta irrisorio, este país está en un límite que no hemos provocado las personas, sino los gobernantes, los que vigilan a los gobernantes, y la banca.  Seguramente nosotros, pese a nuestras machaconas rutinas, somos unos privilegiados, pero que  podrían decir sobre política social y sobre economía los casi cinco millones de parados, la gente joven con incierto futuro, los que dan bocanadas con sus empresas familiares, los que perdieron su vivienda, los que difícilmente podrán acceder a adquirir una, los que tuvieron que abandonar nuestro pais, los que malviven con pensiones ridículas y sueldos de otros tiempos, aunque este movimiento sólo sirviera para mostrar la indignación de un pueblo, bienvenido sea. 


La clase política se ha ganado a pulso su desprestigio, los jóvenes que se manifiestan son la cabeza de una rabia largamente incubada por una mayoría que soportamos las injusticias del sistema. Es curioso, que pese a la crisis galopante, los partidos políticos siguen despilfarrando en sus campañas electorales, siguen empapelando con carteles preciosos, en colores y en un carísimo papel cuché para tratar de convencernos  con sus promesas imposibles de lo que no podrán cumplir jamás, pero es el tiempo de elecciones, el momento de las asegurar que  harán lo que anteriormente no hicieron, es el momento de las poses y de las frases hechas, el instante para esbozar esa sonrisa inamovible como de Gioconda impertérrita, da lo mismo si lo que escuchan es bueno o malo, ellos adoptarán esa postura ensayada de serena superioridad.  Es lamentable que jamás los políticos hagan autocrítica, que reconozcan las chapuzas que pudieron hacer o los desmanes cometidos,  los candidatos se meten en política por interés, para buscarse un beneficio, colocar a los suyos y resolver su papeleta, la vocación por el servicio a los demás, es lo de menos.  


Desgraciadamente como alguien dijo, cuando los políticos ven un grupo de personas, no ven gente sino votantes.


Sobre la banca que decir, os contaré un asunto personal.  Durante varios meses asfixiado por unos gastos solicité algún préstamo a varias entidades financieras,  y nada, me daban largas, pedían avales, presupuestos,  y otras escusas lamentables, no en vano, se estaban embolsando un buen dinero en intereses por el importe gastado en mis tarjetas (Las que tuve que utilizar para salir de estos apuros).  Un año después, acabado con mis problemas económicos con gran esfuerzo y sacrificio, me encuentro que me ofrecen, ¡¡Todos!! Tarjetas,  créditos, 6.000, 8.000, 12.000 € en el momento y sin problemas, claro, ya no tengo deudas por las que puedan sangrarme como sanguijuelas que son,  ya soy solvente y ahora me dan el oro, el moro, y mucho más. ¡Qué desvergüenza!

Para acabar, sólo hay un tema que llevo en desacuerdo con este movimiento ciudadano, y es algo que me dicta la sensatez, no podemos seguir el lema "NO LES VOTES", por que la sociedad sólo puede cambiarse desde dentro. Del mismo modo que el pensamiento independentista de las comunidades debe construirse sin violencia participando en las instituciones, no votar significa una queja, pero también quedarse al margen, dejar las cosas como están, y eso es algo que no debemos consentir.  Votemos, aunque no creamos en nuestros políticos, aunque nos duela entrar en ese juego impuesto con sus listas cerradas y su palabra farisea. solo participando podremos levantar justamente nuestra voz contra quienes incumplan sus promesas, contra quienes oyendo este clamor de gente insatisfecha y desilusionada, sean capaces de no tomar partido por el pueblo, de no escuchar y reaccionar ante los gritos que les exigen DEMOCRACIA REAL YA.


Este movimiento "Juan nadie" debe despertar las conciencias de nuestra clase política, todos los que no representamos a nadie salvo a nosotros mismos hemos alzado la voz para que nos tengan más en cuenta, como dije al principio, si algo germina dentro de nuestros resabiados políticos, habrá triunfado la revuelta de los que suelen tener voto, pero muy poca voz, que somos casi todos.  Feliz día de elecciones.



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